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martes, 26 de febrero de 2013

¿Soy adicto a las calorías?

Desde hace varios años he sostenido la hipótesis de que algunos tipos de nutrientes pueden funcionar como autenticas sustancias adictivas.

He llegado a esa conclusión al observar que el comportamiento de muchas personas con sobrepeso ante la comida es similar al que se produce en personas con adicción a otras sustancias.

En principio se puede pensar que esta hipótesis carece de todo sentido ya que no se podría considerar que una persona es adicta a los nutrientes que necesita para vivir, es decir, 

No soy adicto al agua, es que si no bebo moriría...

Sin embargo, en el caso de la comida, he observado los siguientes aspectos:
  • Las personas con sobrepeso muestran una respuesta diferente ante alimentos con alto contenido calórico. En la mayoría de los casos se orientan hacia los alimentos con más cantidad de grasas y azúcares.
  • En muchos casos, a pesar de estar saciados, el organismo parece "pedir" una sustancia con azúcares o grasas. Esto se asemeja mucho a como funciona el SÍNDROME DE ABSTINENCIA.
    • Por ejemplo, tras realizar una comida con bajo aporte de estas sustancias parece como si faltase algo, a pesar de tener la sensación de pesadez en el estómago.
    •  Esto mismo ocurre con los postres: si se está habituado, a pesar de estar totalmente saciado sigue apeteciendo tomar algo con azúcar. 
    • Si cuando no tenemos hambre nos presentan un trozo de verdura o similar probablemente declinemos el ofrecimiento, pero ¿qué ocurre si lo que nos ofrecen es un bombón, patatas fritas o similar?.... Al menos lo pensamos, y nos costará más decir NO.
  • El comportamiento de las personas con sobrepeso que intentan bajar unos kilos y deciden hacer régimen es igual al de las personas que, cansados de mantener una adicción a cualquier sustancia, deciden dejarla:
    • Con mucho esfuerzo se privan de las comidas que más les apetece ingerir en favor de aquellas que son más saludables quedando con la sensación de que, aunque están saciados, "no es lo mismo..." y les gustaría poder comer algo más calórico. Del mismo modo que el que intenta dejar el alcohol y se toma un refresco o una cerveza 0,0.
    • Tras permanecer un tiempo a dieta, en algunos casos se producen autenticas recaídas, con similares sentimientos de culpa y, en otras ocasiones, tras conseguir su objetivo, al poco tiempo vuelven a basar su dieta en un excesivo aporte de alimentos con grandes cantidades de grasas y azúcares.
Basándome en estas evidencias, que son fruto de mi limitada observación (no están contrastadas por estudios científicos) sugiero que tanto las grasas como los azúcares son sustancias con alto poder adictivo, y al igual que ocurre con otras drogas, existiendo además personas que son más vulnerables a generar una adicción ante su consumo.

El organismo se acostumbra a funcionar con una determinada cantidad de cada una de estas sustancias y cuando las echa en falta las "reclama", generándose de esta forma un síndrome de abstinencia físico que se une al psicológico cuya presencia parece más clara, debido al mecanismo de habituación.

Para aclarar lo anterior pondré un ejemplo:
Cuando una persona acostumbra a tomar postre tras la comida y en una de las ingestas queda totalmente saciado y aún así le apetece tomar un postre.
  • El síndrome de abstinencia físico consistiría en que el organismo detecta una cantidad de azúcar más baja de la normal y la reclama.
  • El psicológico estaría relacionado con el hábito de comer postre, al ser una costumbre, a pesar de estar saciado, se echa de menos.




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